La vida de Camucha es un ejemplo de dedicación y pasión por la familia y la cultura; Junto a su hermano Humberto formó parte y lideró una familia de 9 hermanos quienes despidieron a su padre bastante pronto
Cada uno de ellos destacó profesionalmente en diversos aspectos, pero Camucha fue la elegida por las manos de Dios para darle sabor e historia a la gastronomía Cañetana.
Hablar de Camucha no es solo hablar de buen sabor, es rememorar nuestra historia, es recurrir al inicio de nuestros genes y al son del cajón decir “Somos Cañete, carajo”. La cocina de Camucha es un reflejo de la riqueza cultural y la identidad de nuestro pueblo.
No solo somos el valle bendito, somos gastronomía, somos historia y somos parte de un legado del cual resonamos en el mundo como Cañete, cuna y capital del arte negro nacional. La herencia de Camucha sigue viva en cada plato, en cada sabor y en cada tradición que se transmite de generación en generación.
Camucha es más que una cocinera, es una leyenda viviente que nos recuerda la importancia de nuestra cultura y nuestra historia. Su legado nos inspira a seguir adelante, a preservar nuestras tradiciones y a compartir nuestra riqueza cultural con el mundo.
¡Viva Camucha y viva la gastronomía Cañetana!
