Los regidores de Quilmaná, que parecían pintados en la pared, aparecen para ejercer su rol fiscalizador, y “denuncian” lo que vecinos y trabajadores ya murmu raban desde hace rato. En la última sesión de Concejo, la regidora Blanca Hurtado Valencia salió al frente a decir que ha detec tado una red familiar entera papá, mamá, tío, hermanos y primo trabajando como locadores en la municipalidad de Quilmana, como si fuera herencia o chacra privada. También habló de trabajadores fantasmas, gente que figura en planilla cobrando puntualmente pero jamás pisan la municipalidad. indicando que revisaran toda la información y se denunciara todos estos actos vergonzosos que ocurren bajo la gestión del alcalde Reggis Pomalaya Godoy. Según la regidora, “No podemos permitir que se siga jugando con el dinero del pueblo”, anuncio que presentarán las denuncias corres pondientes ante las autoridades competentes.