SEIS MESES... ADENTRO Y AFUERA...
ESCRIBE: Luis Alberto Rodríguez Moralesque
Dicen que el tiempo no existe y que solo son espacios que ocupamos indistintamente, seres de una u otra especie. Pero cuando uno está tras las rejas, este espacio debe ser más doloroso, aunque Podemos tener la Esperanza que pronto estaremos afuera.
Pienso que algo de ésto sentirá don Pedro Castillo, que ya tiene seis meses de reclusion, aunque solo sea a cuenta de su investigación.
Seis meses de gobierno ya tiene la Sra. Dina Boluarte, ex compañera de Pedro Castillo, al comienzo de la Aventura palaciega en éste gobierno. Seguramente ella, el 28 de julio del 2022, no pensaba que a partir del siete de diciembre del 2022, le ocurririan tantas cosas, al tomar el mando del país.
Seguramente que el señor Castillo, no se imaginó que el “golpe” se lo iban a dar en sus narices. Incluso, me atrevo a pensar que si algo salía malo -del golpe- se veía dirigiendo sus hueste revolucionarias, buscando le sea restituido el poder, bañado en la sangre de sus seguidores -por supuesto que no en la suya-, cumpliendo la “sentencia” del Premier Torres, en lo que corresponde a que “correría antes sangre…”
Todos sabemos, y solo los dogmáticos pueden decir lo contrario, que don Pedro Castillo dio un golpe de estado y quiso hacer del país su feudo. Ya lo estaba consiguiendo con los ineptos que había puesto y, con la inercia de los otros grupos politicos que, siendo de la “derecha”, no se unían para detener esa debacle.
Felizmente la fiscalía de la Nación tuvo el tino de actuar oportunamente y detener al “golpista”, antes que fugara a Méjico. Cuando se le detuvo dijo que el no iba a fugar y que solo acompañaba a su señora a la embajada de Méjico. Una mentira más. Meses más tarde, el propio presidente de ese país, su amigo AMLO, afirmó ya había pedido asilo en Méjico.
Cuántas cosas podríamos decir sobre éste caso, pero ahora nos mueve un brevísimo análisis de los seis meses de gobierno de doña Dina Boluarte.
Cogida por la sorpresa y en medio del deseo de poder, no renunció a la posibilidad de ser la “primera mujer en la historia del Perú”, en ser presidenta.
En su informe, La Presidenta habló bastante, pero conincidimos en que no ha existido una real crítica al trabajo realizado. Contento creo que nadie ha quedado, si bien es cierto que tampoco hay que achacarle los problemas que dejó Castillo y, que de pronto, con todos los topos metidos en el gobierno, se iba a sanear todo el Estado.
El odio y antagonismo sembrado por los camaradas, seguidores de Castillo y compañía, no han per,mitido que se pueda gobernar en paz. Muchos cambios han tenido que hacerse... algunos fueron muy tarde y otros aún no se han hecho, por querer congraciarse con todos, lo cual obviamente no se puede. Pasará un buen tiempo.
El foco de “incomprendidos, abandonados, marginados, explotados y más etc., están en el sur del país y, principalmente en Puno, que luchan por ser un nuevo país Aymara. Deficiencias hay y no se arreglarán en seis meses, pero tampoco consentiremos a unos traidores que quieren desmembrar al país en aras de sus podridas ideas. Incluso quieren nueva bandera. ¡Abrase visto!