El “moderno” Hospital Rezola de Cañete, una infraestructura que prometía ser un emblema de la salud, fue escenario de un escándalo de proporciones al recibir el lunes 1 de diciembre, la visita inopinada del titular del Ministerio de Salud (Minsa), Luis Quiroz.
La inspección tomó un giro dramático en la sala de espera, donde los propios ciudadanos cañetanos se abalanzaron para desnudar la cruda y deficiente realidad del establecimiento, exhibiendo las fallas de una obra inaugurada a medias por la presidenta Dina Boluarte y la gobernadora Rosa Vásquez.
La tensión escaló cuando los pacientes y sus familiares confrontaron al ministro con el problema más grave y costoso: la ausencia de un tomógrafo. Denunciaron que, por esta carencia vital, son obligados a salir a la calle y pagar más de S/ 1,500 en una clínica privada para acceder a un diagnóstico crucial.
Ante la avalancha de reclamos, la gobernadora regional Rosa Vásquez y el consejero José Caico, presentes en la visita, quedaron en evidencia, mostrando su incapacidad para ofrecer respuestas coherentes o justificar el estado actual del nosocomio.
La modernidad del hospital resultó ser una fachada. Los denunciantes mostraron al ministro huecos y fallas en los techos de la flamante infraestructura, un testimonio de la mala calidad y la falta de acabados de la obra. Esta deficiencia estructural se suma a una plaga alarmante que convierte la atención en una pesadilla: el nosocomio está infestado de moscas y mosquitos.
Este grave problema de salubridad e higiene se atribuye directamente a las fallas permanentes en el sistema de redes de excretas del hospital. Un establecimiento de salud, que debe ser un bastión de la limpieza, se ha convertido en un foco de vectores por una infraestructura de desagüe defectuosa.
La visita del ministro Quiroz se ha transformado en una prueba irrefutable del abandono y la pésima gestión detrás de la inauguración del Hospital Rezola.
Los reclamos de los cañetanos confirman que la obra fue entregada con serias deficiencias y de forma incompleta, dejando a la población a merced de sobrecostos, incomodidades y riesgos sanitarios.
