La situación del puente ubicado en el kilómetro 63 de la Panamericana Sur es crítica. La estructura, que conecta Lima con el sur del país, presenta grietas visibles, barandas desprendidas y un avanzado deterioro en su base, lo que ha encendido las alarmas entre transportistas, vecinos y autoridades locales.

Según informes técnicos y recientes inspecciones, el puente de Chilca podría colapsar en cualquier momento si continúa soportando el intenso flujo de camiones de carga pesada que cruzan diariamente.

La concesionaria CoviPerú y el propio Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) han reconocido el daño estructural, pero aún no se ejecutan obras de refuerzo ni se dispone el cierre temporal del tránsito pesado.

Vecinos del sector denuncian que, pese a las advertencias, no existen señalizaciones preventivas ni presencia constante de personal de seguridad vial. “Solo esperan una tragedia para actuar, igual que pasó en Chancay”, expresó indignado un conductor que transita la zona.

El riesgo aumenta tras el reciente sismo ocurrido en la zona de Chilca, que habría debilitado aún más la infraestructura. Especialistas en ingeniería civil advierten que un movimiento de tierra moderado podría hacer colapsar el puente y provocar un desastre humano y logístico, ya que esta vía es clave para el transporte de alimentos, combustible y productos industriales hacia el sur del país.

Organizaciones vecinales y gremios de transportistas exigen una intervención inmediata del MTC y de Provías Nacional, solicitando que se restringa el paso de vehículos pesados, se realice una evaluación estructural urgente y se construya un nuevo puente antes de que sea demasiado tarde.

La población de Chilca no puede seguir expuesta al peligro. Las autoridades deben actuar ahora, no después de una tragedia.