El Distrito de Quilmaná, en la Provincia de Cañete, vivió una tarde de horror este sábado, cuando el Juez de Paz Jorge Renato Fernández Sánchez, aproximadamente a las 03:30 p.m., cuando luego de cumplir con sus actividades y se retiraba con dirección a su domicilio a bordo de su vehículo, fue interceptado por sicarios y brutalmente atacado a balazos mientras se encontraba en la vía Pública. El sonido de los disparos rompió la tranquilidad habitual del lugar y sembró el miedo entre los vecinos, quienes no daban crédito a lo que ocurría.

Testigos relataron que todo sucedió en cuestión de segundos. Jorge Fernández, reconocido en la comunidad por su labor pacificadora y su trato justo, fue gravemente herido, ante el impacto de varios disparos al interior de su vehículo antes de poder recibir ayuda. Minutos después, los servicios de emergencia confirmaron la peor noticia: el juez había perdido la vida.

La consternación se apoderó de Quilmaná. En las calles, el silencio se mezclaba con la indignación de los pobladores, que exigían justicia por un hecho que consideran un atentado contra la paz y el orden.

Sus hijos llegaron hasta el lugar exigiendo entre lágrimas justicia para su padre, quien también se perfilaba como futuro candidato distrital.

También los reclamos no se hicieron esperar, pues la fiscalía no se apersonaba para proceder con el levantamiento del cadáver Las autoridades locales, profundamente impactadas, expresaron sus condolencias a la familia y anunciaron el inicio inmediato de las investigaciones para dar con los responsables del crimen. La Policía Nacional y el Ministerio Público trabajan en conjunto para reconstruir los hechos y determinar los motivos detrás de este acto violento que ha dejado a toda una comunidad sumida en el dolor y la incertidumbre. Mientras tanto, las redes sociales se han llenado de mensajes de pesar y solidaridad. “La seguridad es tarea de todos”, se lee en uno de los comunicados difundidos, en un llamado a la calma y a la colaboración ciudadana.

Hoy, Quilmaná llora la pérdida de un hombre que dedicó su vida a impartir justicia. Y aunque el miedo ronda las calles, también crece una voz colectiva que clama por verdad, justicia y paz.