Con 8 años de pena privativa de libertad fue sentenciado en primera instancia judicial, Carlos B. C. H. (45) a quien se le encontró culpable del delito de tocamientos indebidos en agravio de una menor de 17 años.

Los hechos se suscitaron mientras el menor pasaba el registro de peso y estatura en una oficina del registro militar de San Vicente de Cañete.

Así también, Paul E.F.E. (40) fue sentenciado por el juzgado de primera instancia con una pena de 9 años por la comisión del delito de tocamientos indebidos y actos libidinosos en agravio de una menor de edad de 13 años.

Los hechos ocurrieron en el distrito de Imperial, en el interior de un vehículo al que la menor subió para dirigirse a su institución educativa.

Para la primera fiscalía provincial penal de Cañete, a cargo del fiscal Lucio Gallo, la comisión del delito en ambos casos se logró acreditar mediante las entrevistas únicas en cámara gessel de las menores, declaraciones testimoniales, pericias médicas y psicológicas, así como pruebas documentales que confirmaron las responsabilidades penales de los acusados.