Hola, volvieron los polítiqueros!
En todos los lugares del mundo, que cuando llega éste virus, mueve los diferentes estratos de nuestra sociedad, para ponernos al tanto, de pasmosas panaceas, de enfermedades que nunca podemos curar.
Los médicos, perdón, los políticos que nos traen las más diversas soluciones, vienen disfrazados de diferentes colores y con diferentes atuendos. Algunos que tienen el alma negra, muchas veces se tiñen de verde, porque quieren tener la esperanza de encontrar otro “lapicito”.
Aparecen expertos, al lado de los políticos, quienes le dicen al oído, las soluciones más inverosímiles que el pueblo debe tragar, para mejorarse al tiro. Muchos asesores son políticos mediocres, que en su momento no pudieron figurar, pero que ahora tienen la solución para todo mal.
No faltarán los felipillos que, disfrazándose de samaritanos, querrán ayudar a todos, pero que hay que tenerles miedo, porque ninguno da puntada sin hilo. Son sastrecillos valientes, defendiendo a capa y espada, a los líderes que al final les llenen sus alforjas.
Aquellos son a quienes no les interesa la política. Son a quienes les interesa la fecha como quien espera la época para sembrar ilusiones para después cosechar dividendos. Qué es la política?, eso que importa. Lo que verdaderamente les interesa es captar adeptos que les den los votos para llegar a ser… alcaldes, presidentes, diputados o senadores.
Son quienes creen que la política solo sirve para llegar a cumplir sus metas y más tarde llenarse los bolsillos de plata. Son los que ofrecen puestos a diestra y siniestra. Esto es algo tan común, que les interesa que haya plata para pagar nuevos empleados, aunque no haya plata para brindar seguridad o salud, al pueblo que lo eligió.
Esa es la política, que a ellos o ellas, les interesa. Y como no todos los votantes son ingenuos, estarán ya viendo con quien se embarcan y a cuantos más los suben al barco. Alabado sea el Señor.
Ud, ya vaya mirando bien, quienes será esos lagartos… Y no lo digo por algún ex presidente del país.
El deporte de la corrupción ha crecido tanto, que ahora faltan cuartos para poder alojarlos.
