El Equipo de Serenazgo y personal de Fiscalización de la comuna de San Luis de Cañete realizó un operativo de desalojo de comerciantes informales ubicados en los exteriores del Hospital Regional, con el objetivo de promover una zona limpia y ordenada, más segura y cómoda, ese es el argumento esgrimido por los efectivos de serenazgo, donde manifiestan que su actuación se dio conforme a las normas municipales, manteniendo el respeto a los comerciantes.
Sin embargo, al presenciar un vídeo donde se visualiza que los alimentos comestibles de algunos comerciantes, como el desayuno que expenden desde la madrugada, estaban regados en el piso, mientras se escuchaban palabras lastimeras como “abusivo” ,”eres malo” ,” eso no se hace” ,”Dios castiga”, nos hace preguntarnos si es válido todo lo sucedido.
Era necesario utilizar la violencia contra los comerciantes y que en el forcejeo pierdan sus productos que representan su fuente de trabajo
Y, es aquí donde reparamos: tendrán las autoridades ya establecidos los mecanismos de reubicación o alternativas formales... y es que antes de hacer un operativo como el que comentamos, se debe tener o brindar medidas alternativas...
Ante ello, nace la pregunta... ¡El Alcalde de San Luis, Zózimo Infanzón, qué soluciones reales se están proponiendo para quienes solo buscan ganarse la vida de forma honrada o, es que solo piensan desalojarlos y listo...?
Recuerde que miles de familias dependen del comercio ambulatorio. Esa es su forma de vida... esa es su forma de llevarse un pan al hogar.
Hermanos Comerciantes, entendemos la necesidad de trabajar, pero no te expongas a perder tu capital de trabajo; por el contrario, dialoga y coordina con tu Alcalde sobre las alternativas viables y necesarias que se puedan implementar si es que tiene voluntad política para gobernar.
Hermanos Cañetanos, no estamos en contra de recuperar el orden público y la seguridad ciudadana, por el contrario, siempre estaremos de acuerdo que se promueva lo bueno y se viva con respeto social; empero, sin actos de violencia y abuso contra el más débil.
Una ciudad ordenada no se construye a la fuerza ni se impone, sino con justicia y empatía.
