¿AGRADECIDOS?, ¿MERECEDORES? O ¿CÓMPLICES?...
Por: Juan Percy Sánchez Samán
Caía la tarde de viernes del mes de noviembre, la plaza de la ciudad se veía cambiada de su habitual vista con la presencia de un burro amarrado a un árbol del jardín; alrededor del pollino una muchedumbre cuchicheando, el animalito con la cabeza gacha comía la hierba, ajeno al porque estaba allí. Frente a ellos, en el frontis del palacio municipal un personaje peculiar del distrito se encadenaba casi desnudo a una de sus columnas, el amarillo de su ropa interior llamaba la atención cual lámpara en una noche oscura. Su delgaducho cuerpo pareciera que venía de una huelga de hambre de muchas semanas, apenas podía con las cadenas; personas cercanas a él lo ayudaban a cumplir su cometido y cerrar los candados. Los minutos transcurrían, los ciudadanos llegaban solos o en grupo; algunos se apostaban alrededor del burro, otros alrededor del poblador encadenado, poco a poco unos personajes grababan con sus teléfonos móviles, un personal de la prensa local entrevistaba a los ciudadanos, luego se acercó al personaje de ropa interior amarilla encadenado y le pregunta ¿Por qué ha tomado la decisión de encadenarse?,¿Cuál es su reclamo?... este le responde de forma inmediata, enérgica y gritando intentando sea escuchado por las personas a su alrededor ¡QUE SE VAYA EL ALCALDE, PEDIMOS SU VACANCIA!... esta frase la repetía una y otra vez casi coreando esperando el acompañamiento de otros ciudadanos, la mayoría de los presentes empezó a vitorear junto a él su solicitud Un padre de familia camina cerca llevando de la mano a su menor hijo, el pequeño voltea la mirada hacia donde se encontraba el burrito amarrado preguntando porque estaba allí el animalito; el papá se detiene frente al pollino empezando a explicarle a su menor hijo que sobre el animalito sentarían al alcalde para pasearlo por el distrito como castigo a su mal actuar con la ciudad, por haber defraudado a la población no teniendo ningún interés en el desarrollo ciudadano, el niño miro a su papá con ojos de asombro, pareciera sin lograr entender lo que el padre intentaba explicar, esté poniéndose de cuclillas al nivel de su hijo le dice — ¡SERÁ CASTIGADO POR NO HACER SU TAREA! — Los gritos continuaban frente a la plaza de la ciudad, de pronto, se ve abrir la puerta principal del palacio municipal, una veintena de personas saliendo de allí se apuestan al lado del grupo quienes reclamaban, cuando se logra escuchar la siguiente expresión: — Debemos de defenderlo, no te das cuenta que lo están atacando — exclamo Tracy, los griteríos iniciaron de un bando y del otro, quienes salieron momentos antes del palacio municipal gritaban frases a favor del alcalde, mientras los del otro grupo continuaban vitoreando en contra de este. Tracy estaba nerviosa, aunque inicialmente fue la iniciadora de la defensa poco a poco dejaba de gritar a favor del funcionario, esta escena la transporto a sus épocas de estudiante universitaria cuando junto a sus compañeros de la facultad reclamaban por mejoras estudiantiles, dio unos pasos atrás buscando apartarse del grupo, en ese instante uno de los del grupo le increpó porque se retiraba diciéndole — SI VACAN AL ALCALDE NOS BOTAN DEL TRABAJO, DEBEMOS DEFENDERLO — Tracy dejo de gritar apartándose del grupo, en ese momento una compañera la amenazó con informar al funcionario por no defenderlo, ella siguió retrocediendo guardando silencio, apartándose totalmente y observando como sus compañeros no estaban defendiendo al distrito, solo defendían su metro cuadrado, cuidaban su puesto laboral. Tracy recordaba cuanto le había costado a ella, y el esfuerzo de sus padres seguir una carrera universitaria, los principios adquiridos en las aulas, y los valores impartidos por sus papás para hacer de ella una ciudadana de bien. Los pasillos del estado y sus oficinas están plagados de agradecimientos, se contrata a dedo, los concursos son un teatro de los cuales ya se sabe quiénes serán los actores, muchos de estos sin estudios ni preparación dando como consecuencia gestiones caóticas, son personas contratadas para la defensa, serán acaso ¿agradecidos por el puesto laboral?, ¿merecedores de un trabajo?, o ¿cómplices de la corrupción?... vaya uno a saber... solo Dios sabe su verdad...