Las redes sociales se han convertido en un libro de reclamaciones virtual, un espacio donde la impotencia ciudadana es expresada, donde aquel grito guardado de protesta es manifestado; ese medio de comunicación donde muchas veces se desenmascara el ocultamiento de los mal llamados comunicadores sociales, pero, también utilizada para apañar, para encubrir, para dar una información errada y como consecuencia crear dioses de barro, por supuesto a cambio de algunas dádivas, porque tanta sobonería no es gratis.
Los mal llamados “comunicadores sociales”, esos mismos que forman colas de espera a las afueras de los palacios municipales, aquellos personajes semejantes a un animal carroñero que están a la espera de la presa para picotearlas y mantenerse saciados, esos especímenes dañeros quienes actúan de igual forma que los roedores de alcantarillas, quienes al menor descuido van llevándose algo para satisfacer sus necesidades personales, tipos totalmente alejados y desconocedores de la verdadera labor periodística. Personajes lambiscones, sobones y alcahuetes, encargados de mal informar al ciudadano cubriendo con sus mal llamadas noticias a personajes diabólicos a quienes los disfrazan de seres alados y con aureola. Si nos paseamos por las redes sociales muy poco podríamos leer acerca de la mal denominada feria en “el distrito del desorden, inmundicia, basurales, ríos de orina y montículos de heces”, percibimos aplaudidores del error, por supuesto es notorio que no es un accionar gratis, esta mala información camina de la mano de un intercambio económico.
Los vecinos aledaños a la plaza de la ciudad no están en contra de la manifestación cultural a través de una feria, debe de quedar claro que la posición es en contra al desorden, suciedad y falta de respeto al vecino.
Por allí expresaron algunos “SI SIEMPRE FUE ASI”, puede tener razón y con esa expresión acepta el NUNCA INTENTAR HACER ALGO PARA MEJORAR; el hacer una equivalencia entre la cantidad de vecinos quienes hacen su manifiesto en contra de lo que viene sucediendo en las calles aledañas a la plaza de la ciudad, en su condición de habitantes en esa zona, con el total de habitantes del distrito, me hace recordar el manifiesto de algún individuo a quien le permitieran tomar un micrófono en un espacio radial diciendo, “SI FUESE MI CUMPLEAÑOS LO TENDRIA QUE HACER EN LA SALA DE MI CASA”, tiene toda la razón, pero creo que no permitiría que sus invitados se estén ORINANDO NI MUCHO MENOS SENTANDOSE A DEJAR SUS HECES EN ALGUN RINCÓN DE SU VIVIENDA, ¿O SI?. No debemos de intentar ser demagogos azuzando al desorden y la falta de respeto. Si antes fue así, si durante años fue así, que nos cuesta mejorar para bien, tan difícil es ordenarnos, tan lejos nuestro esta concebir la moralidad y buenas costumbres. Somos un distrito huérfano de autoridades, un año más de desorden, permisible a vivir en el caos, aplaudidos por un grupo quienes solo sacan provecho, como se lee en el libro santo “a río revuelto, ganancia de pescadores”. (JUAN PERCY SANCHEZ SAMÁN)
