Una reciente encuesta de Imasen confirma la altísima desaprobación del Ejecutivo y Legislativo. El estudio realizado a nivel nacional, en zonas rurales y urbanas, arroja que el Gobierno es rechazado por el 89,4% de los peruanos y el Congreso por el 90,8%. No solo eso. El Poder Judicial registra una desaprobación del orden del 88%. Es decir, los tres poderes del Estado se enfrentan a una profunda crisis de legitimidad que, a estas alturas, parece terminal. “Hay una sensación en los ciudadanos de que el país está a la deriva”, explicó Giovanna Peñaflor, gerente general de Imasen.

El estudio de Imasen aporta los niveles de popularidad de los gobernadores regionales. Sin ser cifras altas, aparecen mejor percibidos que las autoridades nacionales. Los tres gobernadores mejor evaluados son Werner Salcedo Álvarez, de Cusco, con 38,2%; Luis Torres, de Tacna, con 31,2%; y Koki Noriega, de Áncash, con 29,7%. Los peores evaluados -con aprobación de un solo dígito- son Luis Neyra, de Piura, con 8,9%; Rosa Vásquez, de Lima, con 7,5%; y Zósimo Cárdenas, de Junín, con 5,2%.

“El estudio confirma lo que se sabe del Ejecutivo, del Congreso, que aparecen con una aprobación por debajo de los dos dígitos, pero es más dramático cuando se compara con los gobernadores. Las autoridades locales aparecen, con sus imperfecciones, como una posibilidad de desarrollo para sus regiones. Fuera de que no son popularidades altas, aparece la idea de que las cosas irían mejor si los gobiernos regionales tuvieran un mayor poder de decisión”, sostuvo Peñaflor.

La representante de Imasen también recalcó que la encuesta expone la demanda por nuevos liderazgos. “En estos momentos, no se ve a ninguno en el horizonte”, afirmó.

(La República)