Según el calendario Gregoriano, llegó el nuevo año.... 365 días que al llegar, nos inspiran esperanzas y anhelos por cumplir y, que si no ocurre lo esperado, nos llenamos de angustias y tensiones. 

Un año nuevo, siempre significa un nuevo tiempo de esperanza. Tener riquezas, que antes no tuvimos, o tener buena salud, si es que estamos enfermos.

En nuestro país, aunque siempre tenemos la esperanza de mejorar y eliminar todo lo malo, el futuro que nos espera no es muy propicio. Existen varias razones y, una de ella es el caos social.

En mi opinión, el año 2023 que se avecina, lo veo cargado de sangre, sudor y lágrimas, como dijera en su momento Sir Winston Churchill, Primer ministro de Inglaterra y que enfrentó y triunfó en la segunda guerra mundial.

No hay razón lógica ni coherente, pero el momento lo vuelven propicio, aquellos que quieren ganar al país para las corrientes de izquierda radical. No aceptan verdades tan evidentes, que buscan la liberación de Pedro Castillo, cuando toda persona inteligente sabe que lo que hizo es atentar contra la Constitución. 

Ese grupo beligerante quiere que renuncie la Presidenta Dina Boluarte, cuando es sabido y legal que, ante la salida del ex Presidente Castillo, ella debería asumir el gobierno constitucional, al ser miembro de la plancha presidencial que presentaron en las elecciones. Dicen que “no los representa”, cuando muchos de ellos votaron por esa plancha presidencial.

Fueron los ministros a la ciudad del Cusco, encargados de encontrar un camino para el diálogo y la solución de los problemas que ellos sostienen, pero nadie se presentó. ¿Cómo se quiere solucionar un problema, sin un diálogo entre las partes? Simplemente no van porque no tiene otro argumento ni quieren la paz social.

Ahora queda que los ciudadanos, ajenos a estos grupos y con deseos de paz y superación de la crisis en que vivamos, por lo menos no hagamos eco de sus griteríos ni nos quedemos callados. Cada uno, desde el rincón en que se encuentre, debe levantar su voz de protesta y hacerles ver, que están equivocados.

Ellos dicen que son el pueblo. Pues no es así. La mayoría de ese pueblo que ellos dicen representar, quiere la tranquilidad, para vencer las grandes necesidades de nuestro país y obtener los recursos necesarios para salir adelante.

Para todos, aquellos de buena fé y, también para aquellos que aún tienen mucho por reflexionar, les deseo felicidad y progreso en este nuevo año... porque su éxito, será también el éxito de nuestro país... 

Felicidades y armonía para todos.