La directora del Instituto de Medicina Tropical Alexander Von Humboldt de la UPCH, Theresa Ochoa, explicó que los niños y adolescentes pueden tener una presencia del nuevo coronavirus en la nasofaringe y poder contagiar, a pesar de ser asintomáticos.
La infectóloga y directora del Instituto de Medicina Tropical Alexander Von Humboldt de la UPCH, Theresa Ochoa, afirmó que una de las razones principales para la vacunación contra la COVID-19 en niños y adolescentes es que pueden contribuir mucho a la transmisión del nuevo coronavirus.
En entrevista con el programa Encendidos de RPP, la investigadora a cargo del ensayo de la vacuna Curevac en el Perú, explicó que los niños y los adolescentes pueden tener una presencia del virus en mayor cantidad en la nasofaringe y poder contagiar, a pesar de ser asintomáticos.
"Los niños y adolescentes pueden contribuir mucho a la transmisión de la COVID-19 por un lado, porque podrían tener más carga viral en la nasofaringe, mayor cantidad de virus y por lo tanto más riesgo de transmitir", indicó a RPP.
Theresa Ochoa señaló que el segundo motivo para que los adolescentes participen del programa de vacunación contra la COVID-19 es el comportamiento propio que tienen. Es decir, indicó, no cumplen con los protocolos como el uso de la mascarilla.
"La tercera razón de vacunar es dar un beneficio directo a los grupos que tienen un riesgo adicional. De 60 a 80% de los niños que fallecen, que se hospitalizan por COVID-19 son los que tienen alguna cormobildiad. ya sea alguna enfermedad compleja, ya sea problemas cardíacos, prolemas congénitos del corazón, problemas respiratorios, neurológicos, u obesidad", aclaró.
Secuelas y salud mental
Theresa Ochoa consideró que la cuarta razón para vacunar a los niños y adolescentes contra la COVID-19 es porque en general esta enfermedad puede tener secuelas a largo plazo y se busca prevenir estas seculas.
"Y la quinta razón, es por mejorar la salud mental de los niños y adolescentes para que puedan retornar a la normalidad. Tenemos que reiniciar la educación, muy importante para los niños la interacción social.", expresó.
Asimismo, Theresa Ochoa explicó que las vacunas de Pfizer y de Moderna están aprobadas para los adolescentes entre 12 y 18 años. Además, informó que actualmente se están realizando los estudios, principalmente en Estados Unidos, para poder evaluar la eficacia y la seguridad de la vacuna desde los 6 meses de edad hasta los 11 años.
"Esos resultados definitivamente es algo que estamos esperando nosotros, será importantísimo para el retorno a las actividades de educación y de interacción social fundamentales en los niños y adolescentes", manifestó.