Transparencia tiene razón al advertir que las organizaciones políticas que no alcancen el 5% de votos válidos en 2026 perderán su inscripción, porque como jamás ocurrió las Elecciones Generales de 2026 serán las más fragmentadas y complejas de la historia política del país.
La asociación civil Transparencia advirtió que los partidos políticos que no superen la valla electoral del 5% de votos válidos no solo quedarán sin representación en el próximo Parlamento bicameral, sino que además perderán su inscripción, quedando fuera del sistema político formal.
La alerta fue formulada por Pilar Biggio, vocera de Transparencia, quien subrayó que esta exigencia legal busca garantizar que las organizaciones políticas cuenten con un respaldo mínimo y real de la ciudadanía. Sin embargo, el elevado número de partidos inscritos y la dispersión de candidaturas podrían provocar que varias agrupaciones desaparezcan tras el proceso electoral.
La valla electoral es un umbral mínimo de votación que deben alcanzar los partidos políticos para mantener su inscripción y acceder a escaños en el Congreso. En el caso peruano, este límite está fijado en el 5% de los votos válidos a nivel nacional, según la normativa electoral vigente.
De acuerdo con Transparencia, no alcanzar este porcentaje implica consecuencias severas: la pérdida automática del registro partidario y la imposibilidad de participar en futuros procesos electorales. En un contexto con
36 organizaciones políticas que han presentado fórmulas presidenciales, el riesgo de exclusión es alto.
Biggio explicó que esta regla aplica a todas las agrupaciones inscritas, independientemente de su tamaño o antigüedad. “Es una regla conocida, pero que hoy cobra especial relevancia por el nivel de fragmentación del sistema político”, señaló.
Uno de los factores que agrava este panorama es la cifra récord de postulaciones. Según datos preliminares, se han registrado más de 1.700 listas entre candidaturas presidenciales, al Senado, a la Cámara de Diputados y al Parlamento Andino.
No obstante, no todos los partidos han logrado presentar listas completas en todas las circunscripciones. Algunas organizaciones cuentan con candidatos en determinadas regiones, pero no en otras, lo que limita su capacidad de captar votos a nivel nacional.
Este fenómeno, advirtió Transparencia, podría generar vacíos de representación, especialmente en regiones donde los electores no encontrarán todas las opciones políticas en cada nivel de elección.
Otro elemento que complica el escenario es la participación de partidos que han solicitado su inscripción sin presentar una fórmula presidencial. Tal es el caso de organizaciones como FREPAP o Ciudadanos por el Perú, cuya estrategia se concentra en el Legislativo.
Si bien esta modalidad es legal, Biggio sostuvo que puede reducir el impacto electoral de estas agrupaciones, ya que la candidatura presidencial suele ser el principal vehículo de arrastre de votos. En un sistema altamente competitivo, esta decisión podría resultar determinante para no alcanzar la valla electoral.
Las elecciones de 2026 marcarán el retorno del Parlamento bicameral, con la elección simultánea de senadores y diputados, además del presidente de la República y representantes al Parlamento Andino. En total, el elector deberá emitir cinco votos distintos, con la opción adicional del voto preferencial, que puede ejercerse hasta en siete espacios.
Esta complejidad, según Transparencia, no solo afecta a los ciudadanos, sino también a los propios partidos políticos, muchos de los cuales aún no dominan plenamente las reglas del nuevo sistema.
“Estamos ante una cédula extensa y un proceso que exige información previa. Si el elector no se prepara, aumenta el riesgo de errores o votos nulos”, advirtió Biggio.
El voto preferencial permite al ciudadano marcar candidatos específicos dentro de una lista partidaria. Aunque su uso es opcional, puede influir de manera directa en la composición final del Congreso.
Biggio destacó que esta herramienta fortalece la representación individual, pero también puede generar confusión si no se comprende adecuadamente. “Si no se conoce a los candidatos o no se entiende cómo marcar correctamente, se puede terminar anulando el voto”, explicó. Por ello, Transparencia ha intensificado sus esfuerzos de educación cívico-electoral, especialmente en un contexto donde el número de listas y candidatos