Matices Tv Muy Pronto...
MENÚ
EL “CONQUISTADOR” PEDRO DE ALCONCHEL... “EL TROMPETA” Y EL TAMBO DE MALA
Escribe: Luciano F. Correa Pereyra
Por Administrador
Publicado en 28/10/2025 10:26
NOVEDADES

INVASIÓN Y DOMINIO ESPAÑOL

Los socios de la “conquista” que invadieron al Imperio del Tawantinsuyo y a los señoríos regionales, Francisco Pizarro, Diego de Almagro, Hernando de Luque y Gaspar de Espinoza, tuvieron como prolegómenos la realización de 03 viajes, un contrato y una capitulación (26/07/1529) suscrita entre Pizarro y la reina Juana.

Después de la muerte de Atawalpa o Atabaliba, así como la repartición del territorio invadido y las disputas entre los “socios”, empezó el reparto del botín: Tesoros, Tierras, “Yndios”, Minas, etc.; sin embargo, ante la controversia surgida entre Pizarro y Almagro, se buscó un entendimiento, para ello se llevaron a cabo las entrevistas de Pachacamac, Mala, Lunahuaná y Chincha; para las negociaciones se propuso como árbitro al Padre Francisco de Bobadilla, pero, el fallo de este no fue aceptado. Sin embargo, es importante recordar la entrevista de Mala realizada el 14 de noviembre de 1537, para ello se fijó la intervención de 12 hombres por bando sin la presencia de Ordoñez – Mariscal de Almagro; los pizarristas con felonía querían apoderarse de Almagro, pero este fue advertido por el soldado Alonso de Meza, con la siguiente copla:

“Tiempo es el caballero, Tiempo es de huir de aquí, que se me crece la barriga y se me achica el vestir”

Almagro se dio por avisado, escapando de la celada que se le había tendido; pues, como es sabido las demás entrevistas fracasaron también; y se puede acotar que para la entrevista de Mala se escogió el Tambo de este lugar. Para arreglar el conflicto, el Rey de España nombró el 13/01/1538 al capitán Pedro de Angures de Camporredondo, contemplándose para este caso una tregua, tregua que fue rota por Pizarro, exigiendo la libertad de su hermano Hernando y se “alistó en armas” para marchar contra Almagro, el que fue vencido en la batalla de Chaquipampa y ejecutado el 08 de julio de 1538. Carlos V, en vista de los disturbios ocurridos y los abusos del clan Pizarro, en 1540 nombró al Licenciado Vaca de Castro oidor de la Audiencia de Valladolid como “apaciguador”, quien venció a Almagro “El Mozo” en la batalla de Chupas el 16/09/1542, ejecutándolo en esta batalla, esto ocurrió un año después de la muerte de Pizarro que sucedió el 26 de junio del año 1541.

El 20 de noviembre de 1542, Carlos V creó el Virreynato del Perú, nombrando como su primer Virrey a Blasco Núñez de Vela, quien ingresó a Lima el 15 de mayo de 1544 con el Título de Vice – Soberano o Visorrey, quien trajo como encargo de la corona ordenanzas para poner orden en las encomiendas y asumir un trato justo con el aborigen; ello, provocó la ira de los “conquistadores”, rechazando dichas normas, desembocando en una rebelión encabezada por Gonzalo Pizarro, provocando la muerte del Virrey en la batalla de Añaquito en 1546, siendo ejecutado por un esclavo negro de Benito de Suarez, pero, previo a dicha batalla Gonzalo Pizarro fue proclamado gobernador del Perú para establecer una monarquía independiente.

El Rey de España había nombrado como Presidente de la Real Audiencia de Lima al sacerdote de Navarregadilla Pedro de la Gasca; este llega al Perú el 10 de abril de 1547 como “pacificador”. Venció a Gonzalo Pizarro en la batalla Jaquijahuana el 09 de abril de 1548, fue decapitado y descuartizado conjuntamente con Francisco de Carbajal el demonio de los andes, y sus cabezas puestas en la picota. Pacificado el Perú entre 1548 y 1550, Pedro de la Gasca retornó a España el 02 de febrero de 1550, para después designarse al segundo Virrey (1551 – 1552) Antonio de Mendoza Marqués de Mondejar (1).

REPARTO DEL TERRITORIO DE CAÑETE

En dicho tramo cronológico, los invasores se dividieron el territorio arrebatado en encomiendas y repartimientos; Cañete no fue ajeno a este fenómeno usurpador; se quitó la tierra de “sembradura de mays de yndios” para darle al español y los “vencidos” fueron sometidos a la esclavitud y la servidumbre. Las encomiendas que comprendía “10 pueblos de yndios”, fueron otorgadas a las siguientes personas.

“El pueblo de San Salvador de Pachacamac, fue encomendado a doña Inés Barba; tiene junto de una parcialidad que llaman Manchay y encomienda de Hernán Carrillo de Córdova”.

“El pueblo de Chilca y de Mala encomendados en don José de Rivera”; pero, después se adjudicó a Pedro de Alconchel “El Trompeta”.

“El pueblo de Coayllo y el pueblo de Calango, encomendados en Antonio de Barrios Navarro”.

“El pueblo de Nuestra Señora de Paulo y el pueblo de Santiago de Pariaca y el pueblo de San Francisco de Pacarán del Valle de Lunahuaná, encomendados en el Capitán Diego de Agüero”.

“El pueblo de Santo Domingo de Chincha”, se encomendó a la Corona Real.

“Los pueblos de yndios del ‘Guarco’, fueron encomendados a don Alonso Martín de don Benito, a Antonio Navarro y Alonso Díaz” (2).

Al margen de las encomiendas de “pueblos de yndios”, la corona española ordenó el reparto de tierras, lo que coincidió con la creación de villas en el Virreynato; en el caso de Cañete al fundarse la Villa de Santa María que primero tuvo su sede en San Luis y después en San Vicente, también se adjudicó tierras para la agricultura en “chacaras” y huertas; la fundación ocurrió el 30 de agosto de 1556 por mandato real y ejecutada por el Virrey Andrés hurtado de Mendoza. Oficialmente se asentaron en las tierras del “Guarco” 25 vecinos españoles, los que debían recibir 40 fanegas de “tierras de sembradura de mais de yndios“ y solares para vivienda, para el cabildo, la “yglesia” y reservas para “boyales” de arar y para carnicería, la villa debía tener también los trazos para las calzadas; de igual modo se “atendió” a los naturales de Chilca, Mala, Calango, Coayllo, “Guarco”, Rimajhuanay, Chincha, “Mochicas”, etc., adjudicándoles las tierras de ”senegales”, “montuosas”, eriazos, etc.; de igual manera se dotó a la Villa de un lote para “tianguez” o “catu” (mercados). Las tierras adjudicadas, fueron para 1593 y 1642 sometidas a composiciones y recomposiciones, hechas por el Juez Maldonado de Torres y Gracian Beaumont y Navarra Conde de Santa Clara y Castejón. Dichos repartos generaron a la postre las dilatas haciendas terratenientes, en las que se cultivaron trigo, caña, vid, etc., que produjeron industrias manufactureras como la harina, el vino, pan, azúcar “macho”, aguardientes de uva y caña; productos que mantuvieron el mercado local, regional e internacional; pero, las fuerzas productivas responsables fueron los “yndios” y los esclavos (3).

Se puede observar que terminada la invasión española al Tawantinsuyo y a los señoríos regionales, los soldados y los “colonos” recibieron mercedes en tierras, tesoros, negocios y cargos en la administración Virreynal; para ello no solamente se utilizó la violencia contra la propiedad nativa, contra los aborígenes, se extirpó la religión y la cultura de los vencidos; se implantó la organización socio-económica, la organización política-administrativa, la religión, la cultura, el idioma, etc. europea, sobre los escombros de los pueblos sometidos, que desde entonces han sufrido un vía crucis, sumidos en la pobreza, la marginación, el abuso, entre otros vejámenes. La República, heredó todos esos males, problemas irresolutos hasta el momento; el poder los mantiene para seguir sojuzgando al pueblo peruano.

EL ”TROMPETA” PEDRO DE ALCONCHEL – SOLDADO DE PIZARRO.

Don Pedro de Alconchel, fue un soldado de Francisco Pizarro que lo acompañó en la invasión al Imperio del Tawantinsuyo. Fue oriundo de la Villa de Alconchel en Badajoz – España; nació aproximadamente en el año de 1501, se casó en Lima con María de Aliaga Ruiz de Mazuelos en 1543 y tuvieron dos hijos.

La labor de Pedro de Alconchel era la de ser “Trompeta” en el ejército invasor; era personal de “confianza” de Pizarro; así cuando ejecutaron al Inca Atabaliba, este dejó sus hijos a cargo de Francisco Pizarro y para los efectos se levantó un acta actuando como testigos Pedro de Alconchel, Juan Delgado, Lucas Martínez Vegazo y otros más. Se dice que gracias al “trompeta” se ganó la batalla de Vilcaconga, cuando Hernando de Soto se dirigía al Cusco con solo 70 jinetes; Alconchel que fue en su auxilio, lo alcanzó a la una de la madrugada, que previamente tocó la trompeta y De Soto “tuvo la esperanza de vuelta”.

Por sus servicios recibió encomiendas de “Yndígenas” en Mala y Chilca. Vivió en Lima, siendo el primer vendedor de pescado y mariscos desde 1539; el Cabildo de Lima por acuerdo otorgó dicho negocio, dándole un solar en una calle céntrica de la Ciudad de los Reyes que se llamó “pescadería”, allí vendía pescado fresco y salado; también vigilaba el transporte y las ventas, dicho acuerdo prescribía:

“El 10 de febrero de 1539; se juntaron en su Cabildo y ayuntamiento segundo que lo han usado y de costumbres los magníficos regidores de dicha ciudad es a saber Francisco de Chave teniente gobernador y Domingo de la Presa y Francisco de Herrera, alcaldes ordinarios y el veedor García de Salcedo y Hernando Gonzáles y Diego de Agüero, regidores para entender proveer en las cosas del servicio de Dios Nuestro Señor y de su magestad y bien de la República, lo que los dichos señores proveyeron y mandaron en lo siguiente en presencia de mi, Pedro de Salinas Escribano de sus magestades y de cabildo. Este día presentó una Petición PEDRO DE ALCONCHEL en que dice que en esta ciudad hay mucha falta de pescado por no haber quien lo venda y pese hasta ahora y que poniendo un buen precio en ello, el se obligue a pesarlo y le señalen un lugar por donde lo pese, luego los dichos señores dijeron que le daban y dieron licencia para que pueda pesar y pese el dicho pescado en esta ciudad a dos tomines cada arrelde (medida antigua de peso equivalente a 4 libras castellanas) de pescado, y que si otras personas lo quisieren pesar que bajándolo se le dará licencia, para ello lo cual pueda pesar donde el quisiere”.

Entones, según el cabildo de Lima, Alconchel fue el primer vendedor de pescado en la capital Virreynal, producto que provenía del mar y las lagunas de Mala; sin embargo, él debía venderlo a dos tomines cada arrelde (4 libras); pero, de lo contrario se daría también licencia a los que venderían dicho producto a menos precio y Alconchel podía entonces vender donde el quisiera.

El “Trompeta”, al margen de las encomiendas “yndígenas” que recibió en Chilca y Mala, se le adjudicó también tierras para sus “chácaras” y los tambos en dichos lugares que los recibió de manos del Presidente de la Real Audiencia don Pedro de la Gasca; sin embargo, Alconchel, en sus encomiendas tenía la “obligación” de favorecer a los aborígenes, pero a su vez los tenía al servicio en los tambos, para tal propósito trató con los curacas de la zona y sirvieran como mitayos y pongos; lo manifestado estaba acordado en las actas del cabildo de Lima, “planteándose que a Alconchel que provea el tambo de Chilca y Mala, cada uno conforme a la obligación que tuviere lo cual mandan que asy se haga luego, so pena de cada cien pesos de oro para la cámara de su Magestad e la otra parte para obras públicas e gasto de concejo” (4).

El ”Trompeta” fue adjudicatario de tierras en Mala, conjuntamente con Pedro Navarro, Alonso de la Cueva y otros, que en los Siglos XVI y XVII recibieron un total de 237 fanegadas según las “mensuras” hechas, asimismo a los aborígenes se les adjudicó tierras en “Pomapongo”. Alconchel recibió sus tierras en el lugar denominado “La Escala” en la que se encontraba el Tambo, edificación de procedencia incaica que estaba “caído”, en los momentos de su adjudicación a Alconchel las paredes estaban “por hacer” y se encontraban sobre la barranca del río Mala; además, el predio que recibió “El Trompeta” tenía 30 hanegadas de tierras “para sembrar y laderas que son desde la barranca del río de la otra parte hazia acá que han por linderos, un horno de cozer pan que dizque está junto a un paccai grande y por otra parte una acequia grande como va a dar al río del qual dho TAMBO y solar por la dha suerte y anegadas”; de posesión de las tierras y el Tambo a “Alconchel, tenían propiedades Jerónimo de Silva, Alonzo de Hinojoza vesino de la ciudad del Cusco y Pedro de Silva vesino de la ciudad de Lima”; la posesión de “El Corneta” fue confirmada en 1563 por Lope García de Castro. Lamentablemente Alconchel no cumplió a cabalidad con la “implementación” y la administración del Tambo de Mala, ello fue corroborado el 28 de julio de 1598, por lo que tuvo que confrontar un juicio. Cabe destacar que “El Trompeta” tuvo que intervenir en los “pleitos” por tierras que tuvieron los “caciques” (curacas) del Valle de Mala, Ambrosio Ala, Ambrosio Condor y Jorge Chapayco, con los españoles Alonso Hernández Borrega y Jorge Lumbreras, que a la postre los “yndios” de la comunidad de Mala perdieron y sus líderes fueron encarcelados el 24 de julio del año 1558 (5). A la muerte de Alconchel, su viuda María de Aliaga vendió las tierras a Hernández Borregas allá por el año de 1597, predio en el que también se encontraba El Tambo; propiedad que después pasó a manos de Juan de Lumbreras y sucesivamente a Luis Beltrán de la Cueva y Juan Gallardo, el 22 de agosto de 1657, año en que la hacienda La Escala contaba con 4 esclavos (Francisco Bran, Domingo Angola, Sebastián Congo y Petrona negra criolla con dos hijos); además del Tambo se tenía ganado vacuno, equino, aviar, porcino e instrumentos de labranza. Cabe destacar un acontecimiento sobre la toma de posesión de las tierras y tambo de La Escala cuando falleció don Luis Beltrán de la Cueva y que quedara como heredera su hermana Gregoria de la Cueva, su hermano Juan de la Cueva al tomar posesión de la propiedad en nombre de Gregoria: “El qual la tomó y del Tambo que questá en las dhas tierras reales corporal ber quasi y se paseó por ellas y arrancó yerbas, cerró puertas y las abrió y tiró piedras de una parte a otra hico otros actos de posesión en que se ampare sin perjuicio de tercero”; toda una ceremonia, que era obligatoria en todo el Virreynato cuando se hacían las compra-ventas de tierras o la corona las adjudicaba a los colonos. Cuando Gregoria de la Cueva vendió las tierras de La Escala a Juan Gallardo , el predio tenía los linderos siguientes:

“Por la parte de arriba con tierras que posee Franco Arias, por la parte de abajo el camino real y tierras del dho Juan Gallardo y por la otra parte el río y por la otra parte la barranca y tierras de la comunidad de los yndios y asimismo otro pedaco de tierras que está en el alto de la dha barranca que lindan por la cavesera con el cercado de Madalena de escobar y por la otra con el dho sercado y comunidad de yndios en que hay anegada y media = y asimismo las seis fanegadas de tierras que se compraron a los Alconchel que lindan con el camino real que va de la Villa de Cañete a la ciudad de los Reyes y por otra parte con las tierras y pastos que compuso dho Juan Gallardo a su Magd y por otra parte con la Guaca …y monte que son de los hijos de Franco Márques en las quales dhas seis fanegadas está plantado de olivos y edificado el dho TAMBO que linda con el de Juan de Lumbreras e Yglesia antigua y asimismo una anegada de tierras del dho Tambo e Yglesia que linda por la parte de abajo con el dho camino real y por la de arriba con tierras de dn. Juan Lumbreras que todas montan las dhas Veinte y Siete ganegadas” (6).

EL TAMBO (DESCRIPCIÓN)

Por 1647 el visitador de los tambos Señor Dr. Luis Portocarrero Caballero de Santiago y Oidor de la real Audiencia de Lima o ciudad de los Reyes, visitó el TAMBO DE MALA que se encontraba en manos de Juan de Lumbreras; así el 5 de noviembre de 1647 se concretó la visita y se comprobó que el “primitivo dueño del Tambo y sus tierras fue el Conquistador Pedro de Alconchel por merced que de el le hizo el Presidente (de la Real Audiencia) Pedro de la Gasca”. La visita se hizo con la presencia del escribano de Mala Juan de la Peña y el Capitán Andrés de segura; se constató que del “Tambo Lumbreras” estaba en posesión de “Artemia de Escobar biuda de 30 años y estaba por orden de Fernando Vallejos arrendatario”. En la visita del Tambo se hizo la siguiente descripción:

“A la entrada del Tambo no tiene hecha puerta sino solo una entrada que tiene por puerta dos rexas que avren y cierran y dan hasta la mitad del … sin tranca, cerradura, llave ni aldaba y más adentro al lado izquierdo del Tambo está una ramada maltratada y en ella tres asientos según es los dos para pasaxeros los cuales están sin puertas ni otra horden de seguridad ni tampoco tienen camas ni apoyo e del otro aposento tiene puertas ni llave en el qual estaba una mujer que parecía ser quarentona”.

En el Tambo se vendía “pan, vino, miel y yerba (tercios de alfalfa), mais” y otros productos. La “medida de mais, vino y miel: mui biexa y desencaxada por avaxo y comidas gastadas por los quatro lados que tiene a la voca y no tiene cello ninguno y del vino también es viexa y sin cello y … por un lado y quebrada y pegada con sera y la de miel está sin cello y el asiento roto desencaxado pegado con cantidad de cera y enesta medida dijo vendía el mais, vino y miel”. El Tambo tenía además “sinco corrales sercados, tres de ellos llenos de estiercol hasta la mitad”.

MAÑANA CONTINUARA LA SEGUNDA PARTE

Comentarios