“AÑO NUEVO... VIDA NUEVA...”
Escribe: Luis Alberto Rodríguez Morales
Antes escuchaba de mis mayores, que “año nuevo… vida nueva”, era para referirse que siempre se esperaba algo nuevo del año venidero. Hoy ya tenemos dudas de lo que vendrá el año 2025, aunque siempre hay la Esperanza de que el año sea diferente al que hemos vvido el 2024. La duda queda pero la esperanza existe. Independientemente de aferrarnos a la fe o a la confianza en un Dios, siempre confiamos (y hasta rezamos), para que el futuro que nos depara el destino, no sea igual que el presente que se va… o que ya se fué. No hablemos de lo malo que tuvo el 2024. Mejor hagamos algo para que éste año venidero no nos lleve por el mismo despeñadero que, aunque algunos aún no se dan cuenta, nosotros mismos lo hemos o estamos construyendo. La sequía origina incendios forestales, los gases tóxicos envenenan la atmósfera y contaminan el medio ambiente, produciendo una serie de alergias y enfermedades en los humanos y animales. El calentamiento global origina maremotos y oleajes anómalos que perjudican la economía, destruyendo ciudades y balneareos que ya no reciben a turistas. Surgen otras enfermedades y estados emocionales en las personas que les producen stress y anomalias mentales que las hacen más agresivas e intolerantes, sin mencionar que las enfermedades antiguas rebrotan y otras nuevas, aniquilan a la población por miles y pronto por millones. Si no cuidamos el medio ambiente y no dejamos de envenenar nuestro mundo, pronto no podremos vivir en el. O nos aniquila le peste o la tierra en su natural reacción nos matará con sus erupciones volcánicas o nos tapa el mar con su fuerte oleaje, capaz de sepultar ciudades. No será Dios quien nos castigue, sino la insensibilidad humana que nos convierte en destructores de la misma casa en la que vivimos. En el deseo de que el próximo año sea mejor que el anterior, debemos ser concientes que la maldad del hombre es la que nos pone en esta situación. La maldad humana será la que al final, acabe con nuestra propia humanidad, volviendo nuevamente a la edad de hielo que ya creiamos que era parte del pasado arcaico. Ojalá que empecemos nosotros mismos a darnos cuenta del mal que nos hacemos. Feliz Año Nuevo! Amigos maticeros y… humanos.