El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decidió este 17 de mayo disolver el Congreso en medio del juicio político en su contra. Se amparó en el artículo 148 de la Constitución Política del país, el cual dice que tiene la potestad de cerrar la Asamblea Nacional mediante la figura de la muerte cruzada. La decisión fue comunicada mediante los canales oficiales de su Gobierno y transmitida en un mensaje a la nación.
“Hoy es un día en el que tengo la obligación de dar una respuesta a la crisis política que tiene entrampado al Ecuador, escuchando a ustedes, a los mandantes, a los ciudadanos que son los reales depositarios del poder. Ciudadanas, ciudadanos, ante ustedes comparezco para decirles que no es posible avanzar, resolver los problemas de las familias ecuatorianas, enfrentar los profundos desafíos a los que nos somete la inseguridad y el terrorismo con una Asamblea que tiene como proyecto político la desestabilización de la democracia”, dijo en televisión abierta.
El mandatario señaló que desde el inicio de su gestión, en cuatro ocasiones han intentado sacarlo de su puesto. Motivo que habría generado crisis políticas y protestas.
“He decidido aplicar el artículo N° 148 de la Constitución que me otorga la facultad de disolver la Asamblea Nacional (...) He solicitado al Consejo Nacional Electoral la convocatoria inmediata a elecciones legislativas y presidenciales para el resto de los respectivos periodos. Esta es una decisión democrática, no solo porque es constitucional, si no porque devuelve al pueblo ecuatoriano el poder de decidir su futuro en las próximas elecciones. Esta es la mejor decisión posible”, añadió.
Los legisladores de la oposición acusaron a Lasso de hacer la vista gorda ante las irregularidades y la malversación de fondos en un contrato entre una naviera estatal y una empresa petrolera que no cumplía sus promesas, acusaciones que aparecieron por primera vez en los medios de comunicación. La Corte Constitucional del país aprobó posteriormente una acusación de malversación contra el presidente, pero rechazó dos acusaciones de soborno.
La semana pasada, la Asamblea Nacional votó a favor de iniciar las audiencias de destitución, pero todos los procedimientos se paralizaron definitivamente cuando Lasso disolvió el Congreso.
El presidente negó repetidamente las acusaciones, señalando que el contrato se firmó antes de que él asumiera el cargo.
“Son los mismos proponentes de este juicio quienes reconocen que no tienen nada”, dijo Lasso
Durante semanas, el presidente y el Congreso se enzarzaron en disputas. Los legisladores amenazaban con destituir a Lasso y éste les respondía diciendo que iba a disolver el Congreso y convocar nuevas elecciones, una medida conocida en Ecuador como muerte cruzada. Pero hasta ahora ningún presidente lo había aplicado.Ahora, con unos índices de aprobación que caen en picada, en algunos casos por debajo del 20 por ciento, Lasso debe convocar nuevas elecciones presidenciales y legislativas y, mientras tanto, gobernará por decreto. El nuevo presidente electo y la Asamblea Nacional gobernarían durante dos años, hasta el final del mandato original en 2025.
¿De qué se trata la muerte cruzada en Ecuador?
La muerte cruzada es la potestad constituyente atribuida al jefe de Estado para disolver la Asamblea Nacional, basado en el artículo 148 de la Carta Magna de 2008. El Parlamento también pude destituir al presidente. Para eso, necesita 92 sufragios en verde.