COMO EN EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS... Escribe: Juan Percy Sánchez Samán
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Publicado en 03/01/2023

El día iniciaba, el sol alumbró desde muy temprano, el cielo de tono acelestado se mostraba despejado, una que otra nube se dibujaban en el firmamento, el calor intenso sofocaba a los transeúntes; el verano de la costa peruana al sur de Lima se caracterizaba por climas de calor intenso. 

Corrían los últimos días del mes de diciembre y ese año culminaban las gestiones municipales y regionales, las puertas de la comuna municipal desde muy temprano con personas esperando a que se abran y sean atendidos por el personal administrativo. 

Maximiliano Quiroz, personaje de oficios múltiples, sesentón de contextura gruesa y de barriga prominente que apretaba a reventar cualquier vestimenta, solía desempeñarse como pintor de brocha gorda, gasfitero, operario de albañilería, peluquero y cualquier oficio que se le solicite. 

Esa mañana cruzaba apresurado la plaza de la ciudad, llevaba consigo bajo el brazo un folder de cartón de color amarillo, en cada esquina detenía la marcha para sacar un pañuelo a rayas del bolsillo del pantalón procediendo a secarse el sudor del rostro, resoplaba intentando liberarse del bochorno para luego continuar su marcha y llegar a su destino; ya, a pocos metros de las puertas del palacio municipal volvió a parar observando la gente que estaba esperando para ser atendido y se dijo:

— ¡pensé que sería el primero! —  volteó la mirada y se encontró con Jonás Romero su compañero de labores, cinco años mayor que él, la diabetes lo había consumido haciéndolo delgadísimo, casi hueso y pellejo, de lento andar siempre caminaba con la mirada al suelo, se conocían desde hace muchos años y se ayudaban cada que encontraban un trabajito. Semanas atrás, Maximiliano Quiroz fue informado que la comuna buscaba el servicio de pintado, no perdió tiempo y llamó por teléfono a algunos amigos, uno de ellos le proporcionó el número telefónico de un funcionario de la comuna y le dijo: 

— comunícate con él, es encargado de contratar los servicios —  

— ¡Gracias amigo! — respondió Maximiliano, —en este instante me comunico al número que me has dado — continuó diciendo. 

El número de teléfono pertenecía al asesor del alcalde de la comuna, personaje siniestro que tomaba las decisiones de a quien se contrataba,  a quien no; su recorrido en varias municipalidades de la región le habían dado pericia para evadir la legalidad y lograr beneficiarse y beneficiar a quienes requieren sus servicios. 

Al instante que le otorgaron el número del contacto Maximiliano marcó al teléfono, luego de insistir en varias oportunidades logró le respondiesen desde el otro lado de la línea. Maximiliano se presentó pidiendo le otorguen el servicio de pintado de la fachada del estadio, prometiendo cobrarle un precio bastante módico ya que era un servicio para el distrito, el asesor no respondía nada, una vez que Maximiliano le pidió su opinión, este respondió:

— aunque no nos conocemos, me parece interesante tu propuesta, y, déjame felicitarte por la consideración que tienes con tu distrito, me has convencido, búscame para coordinar e inicies lo más pronto con el servicio, mañana te espero — a la mañana siguiente Maximiliano se apersonó a las oficinas del palacio municipal para entrevistarse con el asesor y definir las condiciones del servicio, luego del saludo correspondiente el asesor invitó a Maximiliano a sentarse

— siéntese usted Don Maximiliano— dijo el asesor, este agarró la silla precediendo a sentarse, una lluvia de halagos cayeron sobre Maximiliano, —necesitamos más ciudadanos como usted en el distrito y de esa forma enrumbamos rapidísimo al desarrollo— manifestaba el asesor; ya habiendo pactado el monto que se cobraría por el servicio el asesor observó de un lado a otro, persuadiendo de quienes estaban cerca de ellos, se acercó a Maximiliano para indicarle el prestaría el servicio, pero que debería de facturar por un monto superior al que había propuesto; Maximiliano aunque confundido por la última indicación prefirió obviarla para iniciar lo más pronto con el servicio y respondió:

— mañana mismo inicio doctor, mañana estaré con mi operario en el estadio— 

—no olvides recoger los materiales por el almacén—  indicó el asesor.

 

Un día antes que Maximiliano se apersone a las instalaciones de la comuna, el asesor se comunicó con él, indicando que debía de llevar los documentos de cobranza en donde debía indicar el monto conforme a lo que ya habían conversado, el monto indicado por el asesor estaba elevado en un trecientos por ciento de lo que había propuesto Maximiliano, de forma bastante insistente le pedía que al día siguiente tenía que estar ingresando el expediente para que se le cancele por los servicios prestados

—mañana tienes que ingresar los documentos, ¡Ah! y no te vayas a desaparecer Maximiliano, recuerda que un gran favor te hice otorgándote el servicio—dijo el asesor, —no doctor, agradezco me haya considerado en ese trabajito—  respondió Maximiliano; el asesor del alcalde indicaba que a primera hora debía de ingresar los documentos y cumplir con lo acordado, tienes que aprovechar que tenemos el control, si ingresas esos documentos a destiempo corren el riesgo de perderse, y se perderán como se pierden los aviones o barcos en el triángulo de las bermudas, nunca más se sabrá de ellos y con el tiempo aparecerán, pero sin ningún tripulante.

Maximiliano y Jonás se apresuraron, cruzaron hacia el palacio municipal justo en el momento que se abrían las puertas, ya dentro se encontraron con el asesor quien indicó le comuniquen apenas hayan ingresado los documentos y apresurar la cancelación del servicio

—solo necesitamos que ingresen los documentos— dijo el asesor —el resto lo manejo yo— recalcó.

Minutos después Maximiliano entabló comunicación con el asesor indicando que se había cumplido con la entrega documentaria en la oficina encargada de los trámites de cancelación de servicios, este, apenas tuvo conocimiento se comunicó a las oficinas de cancelación de servicios ordenando que se realice el depósito correspondiente al servicio de pintado de la fachada del estadio, la operación se realizó de forma inmediata por órdenes del asesor quien se comunicó con don Maximiliano y le dijo

—ya realizaron el depósito en tu cuenta, no olvides nuestro acuerdo, recuerda que me voy de asesor a otra municipalidad y siempre estarás considerado—

 

Esta forma de trabajo se ha hecho común en el aparato estatal, servicios sobrevaluados, obras sobrevaloradas, contratación de personal a intercambios de favores; aunque existen honrosas excepciones, es un secreto a voces que es mínimo, una mayoría viste el manto de la corrupción, personajes que anhelan llegar a ocupar un cargo público para delinquir con impunidad, han aprendido moverse de una entidad estatal a otra, son los hacedores de la ilegalidad que la hacen pasar como legalidad, personajes siniestros que se colocan el cliché de especialistas en gestión pública, capaces  de comprar conciencias para lograr alcanzar sus objetivos benéficos personales, individuos egoístas que se llevan consigo generaciones, teniendo la oportunidad de lograr desarrollo, su ambición los hace incapaces de invertir en el desarrollo del país, gozan de su zona de confort haciendo mal uso del recurso ciudadano, capaces de desaparecer expedientes útiles para el desarrollo ciudadano, de la misma forma como se pierden y desaparecen las embarcaciones en el triángulo de las bermudas, en ese egoísmo son incapaces de notar que no solo pierden expedientes de obras para el desarrollo sino que pierden el futuro de nuestras generaciones... 

A ellos sin duda, se los puede señalar como los destructores del futuro del país. 

 

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