AQUÍ NO PASA NADA...
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Publicado en 01/11/2022

AQUÍ NO PASA NADA...

El aroma de perfume barato invadía el ambiente mezclándose con el humo de cigarrillo y el olor de licor, la melodía musical de un grupo cumbiambero acompañaban el bailar de una pareja ubicados en el lugar más sombrío; él, aunque le conversaba muy cerca al oído lo hacía en voz alta intentando que su pareja ocasional le preste la mayor atención... ella sólo respondía con una mirada y un estirar de las comisuras de labios; un gordito de medidas mayúsculas en una de las mesas, acompañado de una jovencita se tomaban una cerveza, cuando  de pronto en una reacción espontánea, se ve al rollizo asistente llevar su mano a uno de sus bolsillos del pantalón, sacar su billetera y tronarla en la mesa buscando que la joven de maquillaje exagerado se sorprenda, situación que ella paso por desapercibido, pero, muy cortésmente y mostrando pericia en este tipo de situaciones posó su mano sobre la de él y acercando su rostro le musitó alguna frase al oído que tuvo el mismo efecto de un dardo tranquilizante sobre una bestia salvaje, él fijo su mirada al rostro de su acompañante, se llenó el vaso de licor y de una sola bocarada consumió hasta la última gota. Los motores de vehículos se oyeron en las afueras del local, seis personas, todos varones bajaron de uno de ellos apostándose en el ingreso, dos pasaron raudamente hasta donde se articulaba el equipo de sonido interrumpiendo la música en su totalidad, los otros cuatros cubrieron el único acceso impidiendo la salida de cualquiera.

La mesa más grande estaba ocupada por Joselito Nolasco y tres amigos, cada uno de ellos con una grata compañía; abrazos, besos y arrumacos eran infaltables, cada uno más galán que el otro hacían muestra de sus dotes de enamorador, le cantaban al oído a su acompañante, otro le daba de beber en la boca y Joselito Nolasco el más encantador y querido tenia a la dama sentada en una de sus piernas. Siempre tenía la bienvenida del dueño del local con la frase “LO MEJOR PAR TI JOSELITO”, ni la interrupción de la música, ni el ingreso intempestivo de las personas pusieron en sobresalto a Joselito, empoderado el, continuaba en su accionar de enamoramiento, ya sin música y con solo el cuchichear de las parejas se escuchó la siguiente frase:

- Buenas tardes señores, por favor todos muestran su identificación

Un grupo de jovencitas presurosamente corrieron hacia otro ambiente, pero vieron interrumpido su paso por dos efectivos policiales quienes le invocaron que volvieran a su lugar; Joselito Nolasco continuaba con sus invitados y las respectivas acompañantes sin dar importancia a lo que venía sucediendo, miro a los integrantes de su mesa y les dijo:

- tranquilos aquí no pasa nada, se olvida acaso que están con Joselito Nolasco

Levantó el vaso de licor y tomando una posición de todopoderoso se dirigió a los efectivos policiales diciendo:

- Muchachos pidan lo que quieran, todo corre a cuenta del local, soltando una carcajada increpo:

- ¡Ya ustedes saben cómo es!

Joselito Nolasco había logrado hacerse del cargo de gobernador del distrito, su padrino de agua de socorro había logrado un escaño en el congreso, Joselito al enterarse que el padrino tenía cargo en el estado llamaba insistentemente para que pueda ser colocado en algún ministerio o cualquier entidad; aunque no se le conocía estudio alguno, soñaba con cargos de funcionario; el padrino al no saber la forma de cesar las llamadas constantes de Joselito Nolasco pidiendo apoyo laboral realizó algunas llamadas y logro ubicarlo como gobernador de distrito; ya con el cargo encima, el poder obnubiló su razón, el desorden y desenfreno se apoderaron de él, sus excesos notorios y con poses de todo lograr con el membrete de gobernador, se había convertido en asistente concurrente y asiduo de casas de citas, siempre al tanto de las fechas de redadas e intervenciones creía que nada le sucedería, ya anteriormente había coincidido su estancia con alguna intervención policial pero haciendo gala de su cargo salía bien librado.

Los efectivos policiales se acercaron a la mesa de Joselito Nolasco pidiendo se identifique, él, intentó ignorar a la solicitud del policía levantándose a lo que de forma enérgica le solicitaron se quede en su lugar, los efectivos apostados en el ingreso abrieron paso a otros personajes, un fiscal y su secretaria, el subprefecto de la provincia y un par de oficiales de la policía de alto rango ingresaron al local, Joselito Nolasco aún con aires empoderados intento saludar al subprefecto recibiendo un rechazo rotundo por parte de este; uno a uno, hombres y mujeres fueron saliendo del local y eran subidos a la tolva de la camioneta entre ellos Joselito Nolasco flamante gobernador del distrito, las camionetas enrumbaron y pasearon por las calles del distrito como desfile primaveral camino a la comisaria en la plaza de la ciudad, todas bajaron de los vehículos ante la asombrada mirada de los vecinos ingresando a la estación policial, al cabo de una horas salían todos de la comisaria y en la expresión de Joselito Nolasco:

- Aquí no pasa nada...

Los días pasan y cada vez son más los locales de citas con pantalla de bares o restaurantes, en la desvergüenza total o en la complicidad con funcionarios y autoridades ahora se ubican muy cerca de la comisaria, a media cuadra del palacio municipal y hasta vecinos de Instituciones Educativas; nuestras autoridades, faltos totales del sentido de visión y audición que les imposibilita notar los excesos que suceden en la ciudad muestran su incapacidad e ineficiencia con el nulo actuar... nuestros funcionarios municipales saben la ubicación, nuestra policía nacional tampoco ignora su existencia, la fiscalía provincial siempre dice actuar pero con sus intervenciones anunciadas permitiendo ponerse a buen recaudo a quienes viven al margen de la ley y el orden. 

Todo un historial los de estos lugares que han cobrado ya varias vidas y a pesar de eso seguimos con la inoperancia y complicidad de nuestras autoridades, muchos de ellos y apoyados por los mismo que han de impartir justicia recurren a mecanismo legales para evitar el cierre total de sus negocios, los mal utilizados “recursos de amparo” aduciendo ser vulnerados en sus derechos y libertades les permiten seguir impunes riéndose del vecino que pide y reclama a gritos vivir en paz y tranquilidad.

En alguna oportunidad, uno de estos locales fue intervenido, todas las autoridades en conjunto, gobernación, municipalidad, fiscalía y policía nacional llegaron en un operativo de bastante escandalo cerrando las calles de un extremo a otro, sirenas y circulinas policiales con luces multicolores deslumbraban la noche, la policía acordonó el lugar ingresando al recinto procediendo a retirar una veintena de féminas y parroquianos junto a ellos también múltiples enseres; sillas, mesas y colchones. Se lograba oír gritos de uno y otro lado, con frases subidas de tono por parte de las féminas, todos eran subidos a los vehículos de la policía, y las camionetas de la municipalidad, con mucho asombro de muchos, halago el accionar de las autoridades del poner fin a los excesos de este recinto que solía amanecer con un bullicio infernal, pero ¡Oh! Sorpresa, no paso ni una hora y las féminas volvieron al lugar una a una, tiempo después llegó una camioneta con todos los muebles y enseres que horas antes habían retirado del local, uno de los vecinos llamó nuevamente al servicio de seguridad de la municipalidad volviendo a denunciar que el local que habían intervenido y supuestamente cerrado procedía abrir sus puertas impunemente, la única respuesta que recibió fue:

- En este momento nos estamos apersonando...

Hasta el día de hoy no llegan, “aquí no pasa nada” vivimos huérfanos de autoridad, se compra silencio, se compra impunidad, con fiscalías que no fiscalizan, con una policía sin poder dar seguridad y con una autoridad municipal incapaz de hacer cumplir sus reglas, todos abocados al mercantilismo diario, con la única visión de recaudar para beneficio personal y de espaldas al ciudadano quien solo reclama vivir en paz y tranquilidad, cuántas vidas más ha de cobrar la ineficiencia de nuestras autoridades, la corrupción campea por todo lugar, ya se ha hecho común escuchar “todo tiene precio”, quienes reclaman no son escuchados, los vecinos son ignorados; cuando entenderemos el sentido común que nos permita vivir en sociedad, cuándo aprenderemos a respetarnos?, ¿cuándo nuestras autoridades cumplirán su rol?... y no actuarán al mejor postor, o acaso tenemos que seguir creyendo que AQUÍ NO PASA NADA.

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