UN PAÍS MAL DE SALUD

Si bien es cierto que la pandemia del COVID-19, puso al mundo de rodillas, haciéndonos ver que somos muy poca cosa como humanos, cuando un microscópico virus nos infiltra y, qué duda cabe, nuestra mala política mundial de prevención, nos hace creer que el humano es el ser súper poderoso del universo.

La pandemia desnudó las precariedades que tenemos, desde los más poderosos hasta los más débiles, que generalmente son los que más se ven perjudicados. Algunos gobernantes piensan que la vacuna no previene nada o es inservible, en una ignorancia que raya con la imbecilidad. Simples ejemplos han sido (y siguen siéndolo), Lula en el Brasil y el ex Presidente de Estados Unidos.

A ellos se les puede sumar graciosamente, aquellos gobernantes que pusieron a ministros que con “agüita arracimada” querían curarlo todo. Nuestro ejecutivo puso al país como el número uno en muertes, en el promedio mundial. Cambiaron a tantos ministros, que el que llegaba al Minsa, desconocía lo que hizo su antecesor y qué vacunas había gestionado.

Hoy parece que aún no hay vacunas adquiridas, para lidiar con la “viruela del mono”. Felizmente que amenguó el ataque del Covid-19 porque sus variantes fueron casi vencidas con la vacuna. Igualmente, la mala noticia es que probablemente la Poliomielitis, conocida comúnmente como “polio”, ya asoma en Brasil, Argentina, Perú y Estados Unidos, entre otros.

Lógicamente en nuestro país, donde se designan ministros que duran muy poco o, no son aptos para el cargo, hay que esperar lo peor. 

La presencia del Covid-19 –y la falta de una buena política sanitaria, ha permitido que las otras vacunas se dejen de aplicar, dentro de ellas está la anti Polio.

Es importante tomar en cuenta lo que publica El Comercio, en el suplemento ECData, de éste último domingo. Dice que “El Perú designa menos del 2% del presupuesto del Minsa al control y prevención de la salud mental”. En otra parte del mismo suplemento señala “sólo un cuarto de los medicamentos antidepresivos está en el país” y, agrega, “más de 6,000 peruanos fueron víctimas de suicidios en los últimos 10 años, según el Sinadef”.

Obviamente, así como vamos, el Perú estará peor de salud, muy pronto. Lo malo es que la salud no se refiere a la salud personal, sino a la salud social, que igual que la anterior, tampoco tiene remedio a la vista, mientras los Ministros se vistan de escuderos y no se preocupen de trabajar en sus ministerios. y, por el contrario, les atemoriza que la Fiscal Superior, tenga razón.

Tan mal estamos en salud, que don Alejandro Sánchez Sánchez, muere por tres días, según la Reniec y resucita al tercer día, vivito y coleando. Es muy posible que, a partir de la fecha, mucha gente lo siga como si fuera, un nuevo nazareno. Dios nos coja confesados.