RINCÓN CONCILIATORIO
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Publicado en 20/09/2022

Querida Lectora, Querido Lector:

Estoy muy contenta de no haberme rendido al dolor. El sábado en la noche tuve una tonta caída -las caídas normalmente siempre son tontas- me dí duro en la rodilla y el domingo el dolor se extendió hasta la cadera.

Como creo que el dolor no es malo sino avisa, no tomé analgésico alguno, y descansé. Al día siguiente ya estaba lista para el lunes, pero el dolor volvió a avisar… Así que, sentadita y abrigada, dí consultas, puse mi granito de arena, por eso repito con gusto: estoy contenta de no haberme rendido al dolor.

… Y de paso, aprovecho en ¡darme el gusto de escribirte! 

 

HISTORIA: “¡ME QUIERE 

COBRAR DOBLE!” 

I PARTE

Héctor no tiene clara la idea de dónde está parado, cuánto debe ni dónde… ¿creees que eso ocurre porque está borrachito?

¡NO! Héctor fue demandado por Alimentos, su gran error fue no conciliar con Sofía, la madre de sus 3 hijos. Por lo demás muy guapo no está con ronchas en la cara y cuello. Como si fuera poco, sufre dolores de cabeza intensísimos, y los médicos ‘no encuentran nada’…

Y todo porque Juan, ex cuñado Héctor, un joven y efervescente abogado que nunca lo aceptó ni en pelea de perros, se dedicó ‘en su tiempo libre’ a practicar empapelándolo de pies a cabeza.

Comenzó ingresando en un intervalo de 3 meses 1 demanda de Alimentos por cada uno de los 3 hijos habidos de la convivencia entre Sofía, su hermana y el protagonista de nuestra historia.

Cuando Héctor recibió la primera demanda en casa de su madre -que está mal del corazón-, buscó un abogado defensor que cobró de manera muy conciente sus honorarios, pero, ni bien habían contestado, le llegó la segunda demanda. A esas alturas la macolcada economía no le permitió pagar honorarios por el segundo juicio. Recurrió a copiar la contestación que redactara el abogado del primero, y la hizo firmar gratis por una vecina abogada.

Cuando se emitía la Resolución Judicial con fecha para la Audiencia del primer proceso, ¡zas!, le observan la contestación del segundo (no había presentado los medios probatorios originales, sino copias) y le llega la notificación de la demanda del ¡tercer proceso!

Esta Historia claro que continuará pero antes, entérate:

 

10 ASPECTOS DE LA SALUD QUE SE RESIENTEN CUANDO UNA PERSONA SUFRE EPISODIOS DE ANSIEDAD Y UN AUMENTO DE ESTRÉS.

1.- Problemas de garganta. Que la voz se vuelva ronca es una reacción inmediata a situaciones de estrés. Cuando tienes ansiedad, los fluidos se desvían hacia zonas fundamentales del cuerpo, lo que provoca espasmos en los músculos de la garganta. Esto produce tensión y rigidez, que resecan la garganta y dificultan el hecho de tragar.

2.- Reacciones del hígado. Cuando el cuerpo pasa por épocas de estrés y ansiedad, el sistema suprarrenal produce una cantidad excesiva de la hormona del estrés llamada cortisol. Al generarse dicha hormona, el hígado produce más glucosa, el azúcar energético de la sangre que se ocupa de las reacciones naturales de nuestro cuerpo. Para la mayoría de personas, esta cantidad extra de azúcar en la sangre puede reabsorberse sin mayor problema. En cambio, para los que tienen riesgo de sufrir diabetes, este azúcar adicional podría provocar problemas de salud.

3.- Reacciones cutáneas. Ese sudor frío o el enrojecimiento de mejillas, consecuencias de un cambio en el flujo sanguíneo, son respuestas inmediatas del cuerpo ante una situación de estrés. Cuando experimentamos ansiedad, el sistema nervioso simpático envía más sangre a los músculos. Esto podría acelerar el envejecimiento de la piel. Entre otras reacciones, también se incluyen la transpiración y hasta un aumento de la histamina, que puede dar lugar a inflamaciones.

4.- La actividad del bazo. La ansiedad no solo afecta a órganos tan obvios como el cerebro o el corazón, sino también al bazo e incluso a las células sanguíneas. Con el fin de distribuir más oxígeno en el cuerpo ante una situación de estrés, el bazo libera glóbulos rojos y blancos adicionales. El flujo sanguíneo también se incrementa entre un 300 y un 400% durante este proceso para preparar al resto del cuerpo frente a las necesidades añadidas.

5.- Tensión en los músculos. Cuando empiezas a sentir la ansiedad, el cuerpo se tensa de forma natural, creando presión en los grupos musculares más amplios. El estrés y la ansiedad crónicos suelen exacerbar esta tensión, que puede dar lugar a dolores de cabeza, rigidez en los hombros, dolor de cuello e incluso migrañas.

6.- Corazón. Las personas que padecen ansiedad y estrés crónicos tienen más riesgo de sufrir problemas cardiovasculares debido al aumento constante del ritmo cardíaco, a la elevada presión sanguínea y a la sobreproducción de cortisol. El estrés a largo plazo también está relacionado con la hipertensión, la arritmia, los derrames y los ataques al corazón.

7.- Los pulmones. Hay estudios que han demostrado el vínculo entre la ansiedad y el asma. Las personas que padecen asma también tienen más probabilidades de experimentar ataques de pánico.

8.- El cerebro. La reacción más común ante la ansiedad es la respuesta psicológica a dicha condición. Afecta a determinadas áreas del cerebro que influyen en la memoria a largo y corto plazo y en la elaboración de sustancias químicas, lo que puede dar lugar a un desequilibrio. Además, el estrés crónico puede activar de forma constante el sistema nervioso, que a su vez puede afectar a otros sistemas 

del cuerpo, generando reacciones físicas, como la fatiga y el desgaste entre otras.

9.- Sistema inmunitario. La exposición al estrés puede causar estragos en el sistema inmunitario, debilitando sus funciones. Algunos estudios han descubierto que cuando se está estresado, también se tiene más posibilidades de acatarrarse y se es más susceptible a las infecciones y a la inflamación.

10.- Estómago. El estrés crónico y extremo también puede tener efectos a largo plazo en los intestinos y en la absorción de nutrientes, lo que puede provocar ardores, hinchazón, diarrea y a veces incluso la pérdida del control de los esfínteres. A largo plazo también pueden alterar el metabolismo, lo cual puede derivar en sobrepeso e incluso obesidad. La liberación constante de cortisol en el flujo sanguíneo puede reducir la sensibilidad a la insulina.

 

HÉCTOR ES CONDUCTOR DE MAQUINARIA PESADA, ¿IMAGINAS QUE IMPORTANTE ES QUE ENCUENTRE UNA SOLUCIÓN QUE LO SALVE DEL COLAPSO? PARA ESE TIPO DE PRUEBAS TE PUEDO AYUDAR… TE OFREZCO MIS 24 AÑOS DE EXPERIENCIA DE ABOGADA ESPECIALIZADA EN SOLUCIONES RÁPIDAS ¡TE ESPERO!!!!!!!!!!!!!!!! 

Abogada ROCÍO LÓPEZ LUNA

Directora Del Centro De Conciliación “Madre De Cristo Conciliadora”

AV. BENAVIDES 610 SAN VICENTE

Cel. 999 210 236

Ahora sí, luego de nuestra Historia, mi Cartita a ti Querida Lectora, Querido Lector…

 

Continúo resumiéndote el LIBRO DE LA ALEGRÍA de Dalai Lama y Desmond Tutu!!!! La última publicación terminé con el Octavo estímulo de tu ALEGRÍA: seguimos viendo al noveno: LA COMPASIÓN…

 

9° COMPASIÓN: “Algo que debemos alcanzar” 

—¿por qué existe tan poca compasión en el mundo? —nos podemos preguntar.

—Nuestra naturaleza humana se ha distorsionado —empezó diciendo el arzobispo—. Quiero decir, somos realmente seres excepcionales. En nuestra religión, he sido creado a imagen de Dios. Soy un portador de Dios. Es fantástico. Tengo que parecerme cada vez más a Dios en cuidar de los demás. Sé que cada vez que he obrado compasivamente he experimentado una alegría en mi interior que no he encontrado en nada más. Estamos programados para tener en cuenta al otro. Nos marchitamos si no hay otro. Verdaderamente es algo glorioso. Cuando uno dice: “Solo me preocuparé por mí”, ese «mí» se marchita de una manera extraordinaria y se vuelve cada vez más pequeño. Y uno descubre que cada vez le resulta más difícil alcanzar la satisfacción y la alegría. Entonces uno quiere probar esto y aquello, pero al final nada le satisface. El mundo moderno recela de la compasión porque hemos aceptado que la naturaleza es «cruel y despiadada» y que básicamente competimos contra todos y contra todo. Según esta perspectiva, en nuestra vida de consumo y gasto, la compasión es en el mejor de los casos un lujo o, en el peor, una locura contraproducente de los débiles. No obstante, la ciencia de la evolución ha llegado a ver la cooperación, y sus emociones básicas de empatía, compasión y generosidad, como una cuestión fundamental para la supervivencia de la especie. 

Lo que el Dalai Lama describía —explicando que la compasión redunda en nuestro propio interés— los biólogos evolutivos lo han llamado «altruismo recíproco». Yo te rasco la espalda hoy, y tú me la rascas a mí mañana. Este acuerdo fue tan crucial para nuestra supervivencia que se ha demostrado que los niños de seis meses ya muestran una clara preferencia por juguetes que estimulan a ayudar en lugar de a obstaculizar. Cuando ayudamos a los demás, solemos experimentar lo que se ha denominado «subidón del que ayuda», ya que se liberan endorfinas en el cerebro que nos conducen a un estado de euforia. El mismo sistema de recompensa cerebral parece encenderse cuando hacemos algo compasivo, al igual que cuando pensamos en el chocolate. La cálida sensación que tenemos al ayudar a los demás procede de la liberación de oxitocina, la misma hormona que liberan las madres lactantes. Esta hormona parece tener beneficios para la salud, entre los que se incluyen la reducción de las inflamaciones del sistema cardiovascular. La compasión hace que nuestro corazón se encuentre más feliz y saludable, literalmente. Al parecer, la compasión también es contagiosa. Cuando vemos a otras personas comportarse de un modo compasivo, es más probable que también nosotros obremos así. Esto da lugar a una sensación llamada «elevación moral», que es uno de los aspectos de la alegría que Paul Ekman ha identificado. 

Tememos la compasión porque tenemos miedo de experimentar el sufrimiento, la vulnerabilidad y la impotencia que pueden derivarse de tener un corazón abierto. El psicólogo Paul Gilbert descubrió que muchas personas temen que si se muestran compasivas se aprovecharán de ellas, que otros dependerán de ellas, y que no serán capaces de lidiar con el sufrimiento de los demás. Una de las diferencias entre la empatía y la compasión es que mientras la empatía consiste únicamente en experimentar la emoción de otra persona, la compasión es un estado más poderoso en el queremos lo mejor para nuestro prójimo. 

Tal como ha dicho el Dalai Lama, si vemos que una roca ha aplastado a una persona, el objetivo no es meternos bajo la roca para sentir lo que aquella está experimentando, sino ayudar para sacársela de encima. 

Gilbert afirma: «La compasión puede fluir de forma natural cuando la entendemos y nos ponemos manos a la obra para solventar los temores, nuestros obstáculos y nuestra resistencia a la misma. La compasión es una de nuestras motivaciones más difíciles y valientes, pero también la más sana y enriquecedora». 

La autocompasión guarda un vínculo estrecho con la autoaceptación, de la que ya hablamos en un capítulo anterior, pero es algo más que la aceptación de uno mismo. En realidad, es sentir compasión por nuestras debilidades humanas y reconocer que somos vulnerables y que tenemos limitaciones igual que todas las personas. Por consiguiente, es una base fundamental para desarrollar la compasión por los demás. No es fácil amar a los demás como te amas a ti mismo, como ambos señalaron, si no te amas a ti mismo. 

La cultura moderna no nos lo pone fácil a la hora de mostrar compasión por nosotros mismos. Pasamos gran parte de nuestra vida escalando una pirámide de logros, en la que se nos evalúa y juzga constantemente, para a menudo descubrir que no damos la talla. Interiorizamos esas otras voces, de nuestros padres, profesores y de la sociedad en general. Debido a ello, a veces las personas no son demasiado compasivas con ellas mismas. La gente no descansa cuando está cansada y descuidan sus necesidades básicas de sueño, alimentación y ejercicio mientras se obligan a ir más allá. Como dijo el Dalai Lama, se tratan a sí mismos como si formaran parte de la maquinaria. La gente tiende a sentirse ansiosa y deprimida porque esperan tener más, ser más, lograr más objetivos. Incluso cuando una persona alcanza el éxito y consigue un montón de premios, a menudo se siente un fracaso o un fraude. 

«LA FALTA DE AUTOCOMPASIÓN SE MANIFIESTA EN UNA SEVERA Y CRÍTICA RELACIÓN CON ELLOS MISMOS. MUCHA GENTE CREE QUE, A MENOS QUE SE MUESTREN CRÍTICOS Y EXIGENTES, SERÁN UN FRACASO, INDIGNOS DE RECONOCIMIENTO Y DE AMOR». EL ARZOBISPO Y EL DALAI LAMA HAN REVELADO UNA DE LAS PRINCIPALES PARADOJAS DE LA FELICIDAD: SOMOS MÁS DICHOSOS CUANDO NOS CENTRAMOS EN OTRAS PERSONAS, NO EN NOSOTROS MISMOS. EN POCAS PALABRAS, PROCURAR ALEGRÍA A LOS DEMÁS ES LA MANERA MÁS RÁPIDA DE EXPERIMENTARLA NOSOTROS MISMOS. COMO HABÍA DICHO EL DALAI LAMA, INCLUSO DIEZ MINUTOS DE MEDITACIÓN SOBRE EL BIENESTAR DE LOS DEMÁS PUEDE AYUDARNOS A SENTIRNOS ALEGRES DURANTE TODO EL DÍA, INCLUSO ANTES DE TOMAR UN CAFÉ. NO PODEMOS EXPERIMENTAR ALEGRÍA SI CERRAMOS NUESTRO CORAZÓN. 

Continuaremos… 

Repite 3 veces este refrán milagroso y verás: ANTE LA ADVERSIDAD LA MEJOR RECETA ES UNA SONRISA

 

Problemas CONCILIABLES QUE PODEMOS SOLUCIONAR:

CIVILES Y COMERCIALES

• Pago de deudas.

• Desalojo.

• Pago de alquileres.

• Indemnización de daños y perjuicios.

• Otorgamiento de Escritura Pública.

• Convocatoria a Junta o Asamblea.

• División y partición de bienes.

• Ofrecimiento de Pago.

• Interdictos, Obligación de hacer/no hacer.

• Resolución de contrato.

• Rectificación de áreas.

• Cobro de mejoras y otros derechos disponibles.

MATERIA FAMILIA

• Divorcio

• Pensión de alimentos. 

• Tenencia de hijos.

• Régimen de visitas.

• Aumento de pensión de alimentos.

• Reducción de alimentos.

• Otras pretensiones de libre disponibilidad.

CONTRATACIONES CON EL ESTADO

• Pago de deudas

• Resolución contractual. 

 

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