Un millón de niños perdieron por la COVID-19 a un padre o abuelo que les cuidaba
Perú
Publicado en 21/07/2021

El estudio publicado en The Lancet revela que, en países como Perú, Sudáfrica, México, Brasil, Colombia, Irán, Estados Unidos, Argentina y Rusia, la tasa de mortalidad de los cuidadores primarios fue de, al menos, uno por cada mil niños. 

La pandemia tiene todo tipo de efectos, entre ellos, que 1,1 millones de niños habrían perdido, al menos, a uno de sus cuidadores principales, ya fueran los padres, o los abuelos que se encargaban de ellos en su lugar, según estima un estudio basado en un modelo y que publica hoy The Lancet.

La cifra total aumenta, durante los 14 primeros meses de la pandemia, a 1,5 millones si además de los cuidadores principales (padres y abuelos custodios), se considera a los secundarios (abuelos y otros familiares, entre 60 y 84 años, que viven en el mismo hogar y colaboran en la crianza).

La investigación diferencia entre cuidadores primarios, que son los progenitores y los abuelos custodios (cuidan al niño en lugar de sus padres, que no están en el hogar) y los cuidadores secundarios, en referencia a los abuelos y otros familiares mayores que, junto a los padres, ayudan en la crianza y viven en la misma casa.

El estudio, con datos de 21 países, estima que, en lugares como Perú, Sudáfrica, México, Brasil, Colombia, Irán, Estados Unidos, Argentina y Rusia, la tasa de mortalidad de los cuidadores primarios fue de, al menos, uno por cada mil niños.

 

Cifras fatales

Los autores resaltan que 1,13 millones de niños perdieron a uno de sus progenitores o a un abuelo custodio debido a un fallecimiento asociado con la COVID-19. De ellos, un millón quedó huérfano de madre, padre o de ambos, aunque la mayoría perdió a uno, no a ambos progenitores.

En total, 1,56 millones han sufrido la muerte de al menos uno de sus padres, un abuelo custodio, abuelo conviviente u otro pariente mayor que habitaba con ellos.

Las muertes asociadas con la COVID-19 eran, en todos los países, mayores entre los hombres que entre las mujeres, sobre todo en las edades medias y avanzadas. En general, había hasta cinco veces más niños que perdían a su padre que a su madre. (EFE)

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